Está cargado el tiempo de promesas
y nosotros a vueltas con el tedio
Anda el futuro lleno de esperanzas,
pero andamos sumidos en la bruma.
¿Qué nos pasa, que ya no nos reímos
a pesar de saberte a nuestro lado?
¿Qué sucede, que solo conjugamos
el júbilo en pretérito olvidado?
Se nos ha puesto voz de plañidera,
tristes profetas de este presente incierto.
Si acaso, por un rastro de confianza
volvemos a adentrarnos en tu reino.
Si bajamos la guardia ante los otros
y dejamos que suene la alegría.
Si soltamos las cargas que nos atan,
tal vez descubriremos que aún bailamos,
que tu luz ilumina los rincones
donde andaba, extraviada, la inocencia,
que tu fuego aún estalla en nuestro seno.
Al fin tu son de amor y de justicia
nos volverá cantores de evangelio.