¡Oh Jesús! Manso y Humilde de Corazón, escúchame:
Del deseo de ser alabado, Líbrame, Señor
Del deseo de ser honrado, Líbrame, Señor
Del deseo de ser aplaudido, Líbrame, Señor
Del deseo de ser preferido a otros, Líbrame, Señor
Del deseo de ser consultado, Líbrame, Señor
Del deseo de ser aceptado, Líbrame, Señor
Del temor a ser humillado, Líbrame, Señor
Del temor a ser despreciado, Líbrame, Señor
Del temor a ser reprendido, Líbrame, Señor
Del temor a ser calumniado, Líbrame, Señor
Del temor a ser olvidado, Líbrame, Señor
Del temor a ser ridiculizado, Líbrame, Señor
Del temor a ser injuriado, Líbrame, Señor
Del temor a ser rechazado, Líbrame, Señor
Concédeme, Señor, el deseo de:
-que los demás sean más amados que yo,
-que los demás sean más estimados que yo,
-que, en la opinión del mundo, otros sean engrandecidos y yo humillado,
-que los demás sean preferidos y yo abandonado,
-que los demás sean alabados y yo menospreciado,
-que los demás sean elegidos en vez de mí en todo,
-que los demás sean más santos que yo, siendo que yo me santifique debidamente.
Rafael Cardenal Merry del Val