Postrado a vuestros pies humildemente
vengo a pediros dulce Jesús mío.
poderos repetir constantemente
¡SAGRADO CORAZÓN EN VOS CONFÍO!
Si la confianza es prueba de ternura
y esa prueba de amor daros ansío
aun cuando esté sumido en la amargura.
¡SAGRADO CORAZÓN EN VOS CONFÍO!
Si en el bautismo que hermoseó mi alma
yo os prometí ser tuyo y Vos ser mío
clamaré siempre en tempestad y calma
¡SAGRADO CORAZÓN EN VOS CONFÍO!
En las horas más tristes de mi vida
cuando todos me dejen, ¡oh Dios mío!
y el alma este por penas combatida
¡SAGRADO CORAZÓN EN VOS CONFÍO!
Aun cuando sienta venir la desconfianza
y os obligue a mirarme con desvió,
no será confundida mi esperanza
¡SAGRADO CORAZÓN EN VOS CONFÍO!
Yo siento una confianza de tal suerte,
que sin ningún temor, ¡oh dueño mío!
Espero repetir hasta la muerte:
¡SAGRADO CORAZÓN EN VOS CONFÍO!
Foto de Jonathan Dick, OSFS en Unsplash